Cuidando de tu ropa no solo conseguirás que dure más sino también que tenga mejor aspecto. Aquí van unos consejos básicos:
Lava por separado las prendas blancas y las de color en tu lavadora.
Lava las prendas dadas vueltas.
Lávalas con agua fría o templada (nunca por encima de 30° C).
No planches los estampados o hazlo poniendo un trozo de tela encima.
Usa la secadora lo menos posible. Desgasta la ropa y hace que las prendas se descoloren más rápido que si las secas al aire libre.
Si tienes que usar la secadora elige un programa delicado o templado.
Para minimizar el daño en los tejidos, evita que las prendas estén expuestas a la luz solar directa.